Cuando se quiere empezar a aprender a cantar, ¡el coro tiene muchas ventajas!
- No se requiere ningún nivel: aunque no sepas nada de canto, nunca hayas visto una partitura ni sepas solfeo, no te preocupes: igualmente puedes entrar en un coro. La gran mayoría no exige ningún requisito, ni ninguna técnica vocal en particular. Aunque tengas que pasar una audición, no se trata de una evaluación de tu voz. Puede que te admitan incluso si desafinas. Lo que se evalúa es, sobre todo, la motivación.
- El trabajo en grupo: aunque sea un hobby, el coro requiere motivación y una gran inversión personal. Se suelen reunir dos veces por semana y a veces los fines de semana si hay alguna actuación prevista. Si te unes a un coro, no puedes faltar sin una buena excusa, porque el progreso se hace en grupo.
- Aprender a cantar en grupo: aunque las clases particulares tienen muchas ventajas, en ellas no se puede progresar cantando en grupo. Escuchar a otros cantar te permite darte cuenta de tus puntos fuertes y débiles y te pueden servir para corregir tus propios errores y mejorar la afinación y la voz.
- Socializar: no sabemos si ya has formado parte de un grupo deportivo u otro similar antes del coro, pero la dinámica es simplemente increíble. Se comparten los mismos momentos de estrés antes de salir al escenario, te apoyan cuando tienes dudas, se respaldan y se ayudan mutuamente para sacar adelante el grupo… ¡Un coro es un equipo! Individualistas, ¡absteneos!
- Ganar confianza en uno mismo: al principio, puede que no te sientas cómodo con la idea de cantar y que los demás escuchen tu voz. Un truco sencillo: ponte detrás de las personas que estén más cómodas y que canten más fuerte que tú al principio. ¡Seguro que tu voz se elevará y crecerá! Y antes de que te des cuenta, harás un solo durante una actuación en público.
- Los beneficios físicos y psicológicos: la música amansa las fieras, pero ¿sabías que el canto es una actividad tan física como el ejercicio? Se fortalecen las cuerdas vocales, se trabaja la postura, se controla la respiración abdominal… Y, además, ¡se puede gritar! Con eso ya se hace mucho ejercicio.
Fuente: Super Profes.